Samaín

Samaín

Samaín proviene de la palabra gaélica ‘Samhain’, que literalmente significa ‘fin del verano’. Es una fiesta con tradición Celta donde se celebraba en cambio de estación y el fin de la cosecha y da la bienvenida a un nuevo ciclo, marcaba la entrada en el “año nuevo Celta”. Era considerada una fiesta de transición y de apertura a otro mundo.

Precisamente en el contexto de “apertura a otro mundo” es donde encontramos su relación con leyendas como la de la Santa Compaña. La Santa Compaña es una procesión de almas en pena, vestidas de negro que vagan durante la noche llevando velas y un mortal, condenado a vagar portando una cruz y una vela todas las noches.
Además, se creían que, en esa noche, los espíritus de los muertos volvían a la vida para visitar el mundo de los mortales. Por ello realizaban distintos rituales, recordaban a sus ancestros y se disfrazaban para ahuyentar a los espíritus malignos y que no los reconocieran como humanos. También dejaban alimentos fuera de las viviendas para contentar a los espíritus, y ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso. Esta es una tradición que se ha convertido en la actualidad en las visitas de los niños disfrazados a las casas pidiendo dulces.

Samhain se convierte en el ‘Día de todos los Santos’, lo que se traduce en ‘All Hallow´s Eve’, que evoluciona convirtiéndose en Halloween.

Independientemente de las tradiciones de cada casa, día a día hay más ganas de mantenerlas y celebrarlas, por lo que es importantes dejar que los niños participen y la entiendan, pero teniendo en cuenta que, con seguridad, el consumo de azúcares aumenta (según la tradición que se práctica con la recolecta de dulces) y que debemos tener especial cuidado en la higiene estos días, recordando que los padres debe repasar siempre ese cepillado y debe insistirse en el control de ese consumo.

Iglesias y Piñón les desea un feliz Samaín y espera que las tradiciones se mantengan.

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