27 Sep Perlas de Epstein y Nódulos de Bohn
Existen ciertas patologías que surgen en la boca de los bebés y a veces pasan desapercibidas.
Las Perlas de Epstein o Nódulos de Bohn son habituales y pueden causar temor en los padres al verlas y es el pediatra que tiene que aclarar dudas y explicar que esta patología benigna es habitual y tienden a desaparecer sin problemas.
Los padres al detectar estos bultos, los pueden llegar a confundir con los dientes natales (erupcionan dentro del vientre), o neonatales (erupcionan en el primer mes de vida, sin embargo, las características son diferentes. Los Nódulos son de 2 a 3 mm y dependiendo de donde se ubiquen reciben un nombre u otro.
Las perlas de Epstein se observan como un pequeño quiste o conjunto de ellos, de aproximadamente 2 o 3 milímetros, blanquecinas, bien definidos y palpables ubicados en la zona media de paladar duro, o entre paladar duro o blando por ello reciben también el nombre de quistes palatinos. Su origen viene de la retención del tejido epitelial remanente de la etapa embrionaria durante la formación fetal, es decir, mientras se forma el feto quedan ciertas células atrapadas.
Los Nódulos de Bohn, son quistes que pueden presentarse de forma única o múltiples de consistencia sólida o semi sólida, ubicados en la encía, zona del reborde alveolar o el margen gingival, son conocidos también como quistes alveolares o de inclusión. Se producen como consecuencia de tejido remanente de las glándulas salivales menores y en su interior son ricos en queratina.
Ambas patologías son indolora, benignas y desaparecen de forma espontánea por lo que no requieren tratamiento.
Es importante que, si se detectan, consultes con el especialista y como recomendaciones podemos mencionar:
- No intentes exprimirlo.
- No intentes barrerlos o desprenderlas haciendo fricción con gasa o un cepillo.
- No es un proceso maligno por lo que no debemos preocuparnos por su presencia.
- Si no desaparecen, consulta a un Odontopediatra.
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